El arquitecto del universo
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- $ 34.900,00
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Descripción editorial
Elif Shafak, que triunfó en 2009 con La bastarda de Estambul, entrega ahora esta espléndida novela, que recrea el esplendor del Estambul del siglo XVI a través de los ojos de un joven que se convertirá en un arquitecto de renombre.
«Debajo de una piedra enterré un secreto. Ha llovido mucho desde entonces, pero todavía debe de estar allí. Me pregunto si algún día alguien lo encontrará... y llegará al centro del universo.»
Hay ciudades donde las piedras encierran la historia del mundo entero y pasiones que viven de nuestra imaginación. Jahan sabía que su amor solo podría dibujarse en el aire, pero eso poco le importó. El joven había llegado de la India con solo doce años, a principios del siglo XVI, para trabajar al servicio del gran arquitecto Sinan y construir los mejores palacios y mezquitas de Estambul. Llevaba consigo a un fiel amigo, un elefante blanco que encandiló a la corte, y en los exóticos jardines de la mansión imperial Jahan conoció a Mihrimah, la hija del sultán.
Los consejos de Sinan, la mirada cómplice del elefante y el deseo por la hermosa mujer siguieron al hombre durante muchos años, mientras iba juntando proyectos y recuerdos. Ahora, poco antes de morir, el viejo Jahan nos cuenta por fin su historia: sabremos cómo vivió su amor y cómo guardó los secretos aprendidos de su maestro, unas palabras que nos llevarán al centro del universo, ese lugar donde todo es posible, incluso la felicidad...
Una novela para los que aman, una novela para los que nunca se cansan de aprender.
Reseña:
«Un cuento mágico y colorista.»
Camilla Parker Bowles, Telva
Reseñas de clientes
Antes y después de vivir Estambul
Una original manera de sentir Estambul. Durante toda la lectura estuve inmerso en las mezquitas, en cada muro y detalles arquitectónicos, pero solo al final, en las notas de la autora recordé los días de mi estancia en el centro del mundo, pues también, como le ocurrió a la autora, encallado en el tráfico de la ciudad, en sus colinas pobladas a más no poder, en sus calles serpenteantes, mi mente se deleitó pensando en sus infinitos años de historia de gentes y culturas. Boliviano a disfrutar y a sentir la brisa del Bósforo.